EL FUTURO LEJANO

Predecir el futuro lejano del Universo, puede parecer temerario. Sin embargo, el destino del Universo está escrito desde el mismísimo Big Bang. Una vez que el reloj cósmico se puso en marcha todo quedó decidido.
Un universo abierto continuará expandiéndose y enfriándose eternamente. Puede parecer que ello significa la inmortalidad, pero, de hecho, es como una muerte lenta. Pasados suficientes de miles de millones de años, todas las estrellas de todas las galaxias morirán. Incluso los supermasivos agujeros negros que ocupan el centro de las galaxias desaparecerán. Al final, nuestro congelado y oscuro universo sólo contendrá un diseminado manojo de partículas.
LA MUERTE DEL SOL. A SUS 5,000 millones de años de edad, nuestro Sol es una estrella de mediana edad. Su brillo procede de la conversión de hidrógeno en helio en su interior (una reacción nuclear que genera energía). Pero dentro de 5,000 millones de años, habrá agotado su combustible. Su corazón encogerá y se calentará, mientras sus capas externas se hincharán y enfriarán. Los planetas más cercanos, Marte y Venus, serán engullidos por esta expansión de la superficie solar, cuyo calor residual evaporará, además, los océanos y la atmósfera terrestres. Será el fin de la vida en nuestro planeta.
LA CUENTA ATRÁS HACIA EL BIG CRUNCH. Si existe suficiente materia, la fuerza gravitatoria conducirá al universo a una ardiente muerte: el Big Crunch. La cantidad total de materia determina el momento en que se produciría. Los astrónomos no conocen esa cifra, por lo que no pueden saber cuándo, si es que llega a ocurrir, se parará la expansión y empezará la contracción hasta el colapso final, aunque sí pueden predecir lo que ocurriría en esta cuenta atrás hacia el Big Crunch. Es parecido a un Big Bang al revés, aunque con ciertas diferencias. Mientras el Big Bang tenía sólo miniagujeros negros1, el universo, al colapsar, tendrá agujeros negros supermasivos, que sobrevivirán hasta el momento final: el universo desaparecerá convertido en un único megaagujero negro.

1. Agujero negro: objeto colapsado cuya fuerza gravitatoria es tan grande, que nada, ni siquiera la luz, puede escapar. Como resultado el objeto es negro, y es un agujero porque los objetos que “caen” en él no pueden salir.